EL ENOJO

El enojo es una de las características internas más destructivas. Nos puede dañar a nosotros y a los demás física, espiritual, emocional y socialmente.
El Talmud dice que el enojo, siendo poderoso y negativo, nos puede servir como nuestro maestro. El enojo nos puede enseñar quiénes somos realmente, qué es importante para nosotros y la manera de lidiar con la adversidad y la frustración. Podemos aprender del enojo, y en el proceso, manejarlo no sólo a él sino también a nosotros mismos.
No estamos destinados a repetir nuestros enojos e indignaciones, constantemente y para siempre. Podemos cambiar. Mientras estemos vivos podemos escoger corregir la manera en la cual vivimos.
El enojo es una emoción humana natural. Refinarlo y trascenderlo nos provee la oportunidad de convertirnos en el ser humano que deseamos ser.
Hay muchas técnicas y herramientas que impedirán que te enojes o te darán la oportunidad de calmarte después de haberte enojado.
He aquí algunas herramientas prácticas para purgar nuestro enojo. Familiarízate con ellas y experiméntalas para ver cuál te resulta mejor. Sé creativo y has tus propias variaciones.
  1. ¿Qué te ha funcionado en el pasado?: Ten contigo un manual de tus manejos personales. Cada vez que manejes una situación difícil escribe como lo hiciste. Escribir tus éxitos te recordará lo que eres capaz de hacer.
  2. Aprende de todos. Aprende de la gente que es capaz de permanecer calmada en situaciones que a ti te hacen enojar; aprende de la gente que es capaz de olvidar su enojo fácilmente. Pregúntales cómo lo hicieron.
  3. Cuenta del Uno al Diez. La manera clásica de darle al enojo la oportunidad de apaciguarse antes de hablar es contar del uno al diez. Algunas personas cuentan del uno al veinte y hay quienes cuentan hasta cincuenta; sería bueno, mientras cuentas pensar en palabras como "cada vez estoy más y más relajado", "cada vez estoy más centrado y balanceado" o "yo soy la paciencia y la humildad" o "yo soy la serenidad y la compasión" entre cada número tendrán un efecto de calma. El practicar ésta técnica cuando no estás enojado producirá un efecto más relajante cuando lo necesites.
  4. Respira Lenta y Profundamente
  5. Libera Energía Caminando, Bailando, Regando...
  6. Escribe una Carta pero no la Envíes
  7. Enfócate en las Buenas Cualidades del Otro
  8. Piensa, ¿qué le aconsejarías a otra persona en una situación similar?
  9. Desarrolla un sentido de proporción. Cuando algo esté por hacerte enojar, pregúntate a ti mismo "¿qué tan importante es esto en mi vida?".

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